Declaradas PATRIMONIO NATURAL DE LA HUMANIDAD (UNESCO -1984-), fueron descubiertas en el año 1541 por el Adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca.
La impresionante belleza paisajística de las Cataratas del Iguazú, así como la variada y abundante vida animal y el interés botánico que encierran, han convertido a este paraje en uno de los centros turísticos más importantes y bellos del mundo.
El nombre de las cataratas del Iguazú (saltos do Iguaçu en portugués), se deriva de una palabra guaraní que significa "agua grande". El río Iguazú, que nace en el estado brasileño de Paraná, forma en las cercanías de su confluencia con el río Paraná un gran sistema de cataratas, en la frontera entre Brasil y la Argentina.
El sistema está constituido por más de 270 cascadas originadas por la existencia de numerosas islas pequeñas que dividen la corriente principal del río. Las cascadas presentan una altura de hasta 82 m. y una anchura de 4 Km., dimensiones que, unidas al volumen de la masa de agua acarreada durante la estación lluviosa, las sitúan entre las cataratas más importantes y espectaculares del mundo: sólo su anchura supera cuatro veces a la de las cataratas del Niágara, en Norteamérica.
Después de la caída, el río Iguazú se sumerge en un cañadón profundo, conocido mundialmente como "La Garganta del Diablo". Es tal vez el punto más atractivo del recorrido. Al caer bruscamente, las aguas se vaporizan en una finísima llovizna que, bajo el sol, da lugar a innumerables arcoiris que se entrecruzan, formando una postal inolvidable.
A través de las seguras pasarelas de los paseos superior e inferior se accede a este impresionante abismo, que deslumbra la vista de cada una de las personas que se acerca.
Para preservar la Selva Sub-Tropical que rodea las Cataratas, y a las propias Cataratas, se crearon dos parques nacionales: El Parque Nacional Iguazú en Argentina y el Parque Nacional do Iguaçu en Brasil.
El Parque Nacional Iguazú, en el norte de la provincia de Misiones, fue creado el 9 de octubre de 1934 y posee en la actualidad una superficie de 66148 ha.
Diversas áreas componen este maravilloso refugio de la naturaleza y es precisamente en el Área Cataratas, donde se pueden realizar visitas para contemplar los saltos de agua del río Iguazú.
El Parque cobija en su interior, además de las Cataratas, un santuario natural denominado selva. Muchos elementos se conjugan para crear este ecosistema protegido y al recorrer los senderos se puede descubrir un mundo desconocido de imponente belleza, por su naturaleza virgen y su fuerza casi salvaje.
La flora y la fauna son variadísimas. Pueden encontrarse especies arbóreas autóctonas así como plantas regionales muy buscadas por su belleza y exotismo.
La selva misionera alberga más de 2000 especies conocidas de plantas (palmeras, orquídeas, helechos, claveles del aire, Palo Rosa...) y las más diversas especies animales (yaguaretés, guacamayos, coatíes, tucanes, monos, tapires, picaflores, mariposas multicolores...).
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Las Cataratas en su esplendor
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Tucan característico de la zona |
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